CATEDRAL DE LISBOA 

Esta es la iglesia más antigua de toda la ciudad y se remonta al año 1147. Tiene un estilo románico y algo a destacar es que tiene un convento de estilo gótico construido a su lado. Dentro de este se están realizando permanentes excavaciones arqueológicas. Algo que puedes planificar es ir hacia el mirador y posteriormente adentrarte en la catedral. Es un momento histórico de gran envergadura que no puedes perderte si viajas hacia este destino. 

TRANVÍA 28 de Lisboa

Algo que no deberías dejar de hacer en tu visita a Lisboa es montarte en el Tranvía 28. Este tiene muchas décadas de antigüedad y se ha transformado en una atracción turística. Tiene una línea muy popular que va desde el barrio la Baixa hasta el Castillo de San Jorge. También hay una línea que te lleva al barrio Belem, en donde están los pastelitos más exquisitos de todo el mundo. 

MIRADOR DE SANTA LUCÍA 

El mirador en donde se encuentra el Castillo de San Jorge es uno de los más populares. Sin embargo, otro menos conocido y muy interesante es el de Santa Lucía. Este se encuentra sobre el barrio de Alfama y de la iglesia de Santa Lucía. Esta data del siglo XVIII y es otro de los monumentos antiguos de Lisboa que te proporcionará mucha información histórica. Aparte del mirador de Santa Lucía también hay otro llamado Puertas del Sol. Aunque muchos no lo conocen, ofrece una perspectiva única del este de la ciudad. 

ELEVADOR DE SANTA JUSTA 

Entre las atracciones de Lisboa se encuentra el hecho de que puedes subir en ascensores hacia distintos lugares turísticos. Este es el caso del Elevador de Santa Justa, una estructura metálica de 45 metros de altura en donde podrás subir y llegar al Convento do Carmo, así como a varios barrios icónicos. Mientras vas en la plataforma tendrás las mejores vistas panorámicas del centro de Lisboa. Cabe destacar que esta estructura data de 1902 (pero no te preocupes, es bastante segura y se le hace mucho mantenimiento). 

PASTELERÍA DE BELEM

Algo que no puedes perderte si te gusta el buen comer es la pastelería de Belem. Aquí podrás ver una diversidad de pasteles de crema, cuya receta data de 1837. De hecho, esta fábrica fue inaugurada en este año y permite que sus visitantes degusten los conocidos pasteles a excelentes precios. Puedes ir solo, con tu familia o amigos … ¡Y no olvides llevar el estómago vacío!